10 Ganadores y perdedores de la financiarización de la economía
El Modelo Económico Social Económico Productivo en debate…. (10)
Ganadores
y perdedores de la financiarización de la economía
El rol del Sistema Financiero en el Desarrollo Productivo
La teoría económica asume una relación directa entre inversión, producción
y el crecimiento económico. Las
experiencias de los últimos 25 años, especialmente a partir de crisis
financiera de 2008, muestran que la financiarización es incompatible con los
objetivos superiores del desarrollo, el empleo digno y la equidad. De hecho, el
FMI, la OIT y el BM, reconocen que la financiarización es la causa del aumento
de la desigualdad mundial en el Siglo XXI.
El financiamiento es un medio y no un producto
final: es un costo. No es una actividad que agregue valor a la
economía; lo que define su aporte al PIB (positivo o negativo), es la calidad del riesgo que se asume para
canalizar los recursos a un fin determinado, y el uso que se hace de los
recursos. La normativa vigente busca minimizar el riesgo que asume el sector
financiero al otorgar un crédito, priorizando el asegurar la materialidad de las garantías del
prestatario al margen del efecto económico y social del crédito canalizado; así,
aunque el sistema financiero sea rentable, el resultado global puede ser
negativo para la economía y la sociedad.
El crédito aporta al
crecimiento si contribuye a aumentar la capacidad productiva generadora de
nuevo valor e ingresos, impactando positivamente en el empleo y en el ingreso
familiar; en esas condiciones, no implica un aumento de deuda porque el crédito
es honrado con el ingreso nuevo: por cada Bs de crédito, además de recuperar el
valor del crédito, genera un ingreso adicional para cubrir los costos
financieros y mejorar el ingreso personal. En estas condiciones, la economía dirige al sector financiero.
Si el financiamiento se
destina al consumo –pagar vacaciones o comprar un tv LED–, la deuda compromete los
ingresos futuros; genera rentas para el banco y los vendedores, pero no crea
nuevo ingreso al deudor ni valor a la economía. Financiar consumo aumenta el
valor de activos financieros (bonos, inmuebles, etc.) y promueve la
especulación con las rentas que genera comprarlos o venderlos; en general, aumenta
la deuda sin mayor aporte al crecimiento. En estas condiciones de “financiarización”, el bienestar actual
hipoteca el ingreso futuro, crece el endeudamiento y el SIF controla la economía.
En esta entrega, mostramos
que, desde 2006, Bolivia avanza peligrosamente hacia el segundo escenario. Evalúa
la financiarización de la economía y sus efectos sociales y económicos en tres
aspectos: ¿cómo interpretar el comportamiento de las cuentas del ahorro y de la
cartera para las personas comunes?; ¿contribuye a diversificar el aparato
productivo y al crecimiento de la economía real?; y, ¿cuál su aporte a la
equidad, el empleo, y a la reducción de la pobreza?
Ahorro, cartera y endeudamiento
En 2005, en el sistema
bancario existían 1.060.000 cuentas de depósitos (a la vista, ahorro, plazo
fijo, y en garantía), y 443.000 cuentas en la cartera de créditos. Como
resultado de la bancarización, para el 2022, las cuentas de depósitos superan
los 13.600.000 (13 veces más), en tanto que las de la cartera suman 1.350.000
(3 veces más).
Desde 2005 el ahorro creció 8,7 veces, de
25.000 a 220.000 millones de bolivianos, en tanto que la cartera pasó de 26.000
a 190.000 millones (aumentó 7,1 veces); pero mientras el índice de ahorro
(2007=100) de las personas naturales aumentó 2,6 veces y el de las jurídicas
4,7 veces, el de las instituciones lo hizo en 12 veces. Sin embargo, el ahorro
en depósitos a plazo fijo, que es un indicador más preciso de la capacidad de ahorro
frente a las necesidades de consumo a corto plazo, muestra que, respecto al
2007, el de las instituciones aumentó en 14 veces, el de las personas jurídicas
en 6,5 veces, pero, el de las personas naturales, se reduce al 60% del valor
que tenía 10 años antes.
En promedio, el ahorro por cuenta del
99% de las cuentas nuevas creadas a partir de 2006, fue inferior a 2.000
bolivianos, en tanto que, el del 1% restante, bordea los 400.000 Bs (200 veces
más). Para los depósitos a plazo fijo, el depósito promedio en el 99,5% de las nuevas
cuentas, fue 50.000 Bs, pero en el 0,5% de las cuentas restantes, llegó a 30
millones (600 veces más) y comprende casi el 20% del valor total de DPFs. En
consecuencia, el 1% de las cuentas con los mayores ahorros, pasan de concentrar
el 60% en 2005, al 84% del ahorro total en 2020, en tanto que el 99% de las
cuentas restantes bajan su participación del 40 al 16%.
Además de la fuerte concentración del
ahorro en instituciones y personas jurídicas, en general, el valor de la
cartera (deuda) por cada cuenta, avanza más rápido que el de los depósitos. La
relación entre la cartera total y el ahorro de las personas naturales y
jurídicas en 2007 era 1 (1 Bs de deuda por cada Bs de ahorro), pero en 2017 fue
1,50; es decir, la deuda en 2017 era 50% superior al ahorro, situación que se
concentra especialmente en pequeños ahorristas (menos de US$ 10.000) que
pasaron de ser acreedores netos del sistema financiero hasta 2007, a ser
deudores netos desde entonces.
En conclusión, la bancarización –como una de las manifestaciones de la
financiarización, ha multiplicado las cuentas de ahorro en 13 veces y ha
triplicado las de la cartera. Sin embargo, el efecto neto, es la concentración
del ahorro en 1% de las cuentas, y mayor endeudamiento en el 99% restante. Tomando
los valores promedio del ahorro y de la cartera por cuenta, en 2005 la deuda
era 2,5 veces el ahorro; en 2020, es 8,5 veces.
Finaciarización, diversificación productiva y
crecimiento
La intermediación financiera creció 3,3 veces que el
crecimiento promedio del PIB entre 2005 y 2019. Sectores socialmente más relevantes
como la agricultura no industrial, productos de madera, o textiles y
confecciones, crecieron a la mitad que el PIB (la sexta parte del crecimiento
del SIF), mostrando que el acelerado crecimiento de la cartera desde 2008, no se
tradujo en un crecimiento comparable de actividades económicas generadoras de
empleo e ingresos.
La relación entre la
cartera por actividad económica y los aportes sectoriales al PIB, muestra que la
construcción recibió hasta 5 veces y el comercio hasta 4 veces más
financiamiento que los respectivos aportes al PIB. Significa que, para tener un
boliviano de aumento en el PIB, se invirtió 5 en la construcción o hasta 4 el
comercio; la relación es 1 a 1 en la industria (la participación de la
industria en la cartera total, se mantiene proporcionalmente igual a su nivel
de aporte al PIB); en la agricultura, basta invertir 50 centavos para tener un
Bs adicional de PIB.
La asignación de la
cartera, muestra que el financiamiento está concentrado en los sectores de
actividad económica “mercantil simple”, de muy baja productividad, y que no
contribuyen a los objetivos sociales de desarrollo con diversificación
productiva, la generación de valor, la distribución efectiva del ingreso o la
creación de oportunidades de empleo digno. Promueven, al contrario, actividades
rentistas, la concentración del ingreso y de la riqueza, la informalidad y la
precarización del empleo.
La
evolución de la relación entre la cartera y el valor del PIB no extractivo
(PIBne, no incluye los aportes de la minería y los hidrocarburos, sectores que
no recurren mayormente al sistema de intermediación financiera), muestra
claramente que, entre 2000 y 2008, el PIB crecía a un mayor ritmo que la
cartera, situación que garantizaba ingresos para honrar las deudas; esta
tendencia se revierte en 2009, acelerando el crecimiento de la cartera respecto
al aumento del PIB al extremo que, en 2018, la cartera (deuda) supera al PIB
(el ingreso).
Finalmente,
los ingresos anuales del sistema financiero desde 2013, crecen a un ritmo que supera
ampliamente el incremento del PIBne: de haber sido prácticamente iguales en
2010, al 2019 los ingresos del SIF son casi tres veces mayores. Pero, como sabemos,
los ingresos del SIF son rentas generadas por los servicios financieros o
bancarios (costos para la economía real) que se han desarrollado como parte de
la fuerte bancarización promovida desde el Estado.
EPILOGO: …y el ganador es…
Luego de 8 años de contracción del SIF desde 1998, la evolución
de sus activos totales muestra un claro punto de inflexión alrededor de 2006,
coincidiendo con la aplicación del MESCP. Entre 2006 y 2019, los activos del
sistema crecieron a una inédita tasa anual del 16,5%.
Como resultado, las utilidades del sistema –que entre 1990 y
2005 promediaron 15 millones de dólares anuales, suben sistemáticamente hasta
superar los 300 millones de dólares anuales a partir de 2015.
Los ingresos operacionales del
SIF, son rentas que la intermediación financiera extrae de todas las
actividades económicas que recurren al financiamiento o a los servicios bancarios.
La fuente más importante, es el “spread financiero” –la diferencia entre las
tasas activas y pasivas de interés, que establece el Banco Central: es decir,
son las políticas públicas las que determinan los exorbitantes ingresos de la
intermediación financiera.
Entre 1990 y 2005, los bancos
recibieron rentas por 8.831 millones de dólares; entre 2006 y 2020, en un período
similar, captaron 23.830 millones de dólares. Los ingresos bancarios en 2019 superaron
los 22.500 millones de bolivianos (3.250 millones de dólares, 8% del PIB). Dado
el tamaño de nuestra economía, son cifras sorprendentes.
Los ingresos operacionales de
los bancos desde 2015, sólo son superados por el PIB de cuatro sectores:
Agricultura; Industria Manufacturera; Extracción de Minas y Canteras; y
Transporte, almacenamiento y comunicaciones. Los ingresos bancarios superan al
PIB de los restantes 16 sectores y subsectores, incluyendo a sectores altamente
relevantes socialmente, como son la agricultura no industrial que ocupa un 30%
de la PEA, o la minería que lidera las exportaciones.
Finalmente, como criterio de equidad,
los 23.830 millones de dólares captados por los bancos desde 2006, representan
unos 170.000 millones de bolivianos. Las transferencias totales por la Renta
Dignidad y los bonos Juana Azurduy y Juancito Pinto hasta 2019, llegan a unos 43.000
millones de bolivianos: el SIF y los bancos han captado cuatro veces más rentas
que todas las transferencias sociales acumuladas.
Los bonos, en relación al
patrimonio de los bancos, también pierden terreno. El patrimonio de los bancos en
2008 era el doble de los desembolsos anuales en todos los bonos; en 2019, el
patrimonio bancario fue cinco veces mayor que el total de las transferencias
condicionadas (ver Parte 8).
La financiarización, más allá del discurso, no ha contribuido a mejorar el
ahorro de los pobres, a diversificar la economía, ni a reducir la desigualdad.
Muy por el contrario, ha concentrado el ahorro en los más pudientes y la
cartera en los más débiles; favoreció con crédito a sectores rentistas y mercantiles,
aunque abriendo un escenario de incertidumbre por el crecimiento de la cartera
por encima del PIB. Pero sin duda, el gran ganador de la experiencia es el
propio SIF.
Financiarización, profundización
financiera y bancarización
Financiarización: es el
aumento del tamaño y de la importancia relativa del sector financiero respecto al
resto de la economía, en especial, respecto a los sectores económicos productivos.
Favorece a las inversiones y las utilidades que se generan con transacciones en
instrumentos financieros por sobre las que tradicionalmente generan los activos
productivos reales.
Profundización
Financiera: expresa la magnitud de la transferencia de recursos
del sistema financiero al sector real mediante la relación del valor total de las
captaciones o colocaciones, y el PIB nominal (depósitos/PIB o créditos/PIB).
Bancarización: Se
refiere al acceso de la población a los servicios financieros. Promueve el uso
masivo del sistema financiero para realizar transacciones financieras o económicas;
además de los tradicionales servicios de ahorro y crédito, incluye servicios
generales de cobranza por servicios públicos, transferencias a terceros y otros
pagos varios a través de la red bancaria.
Los efectos
negativos de la financiarización
La historia reciente
muestra que, la transición de un capitalismo basado en la productividad a otro apoyado
en lo financiero, genera inestabilidad, y da la espalda a la redistribución de
la riqueza. Los intentos de reforma no han logrado invertir esta tendencia y,
cada año que pasa, el crecimiento económico se basa más en los mercados financieros.
La crisis de 2007-2008 fue un clavo más en el ataúd de la economía de la
productividad. Las clases bajas y medias siguen trabajando por menos dinero y
los mercados financieros han pasado, de ser instrumentos utilizados para
generar capital para la economía de producción, a ser un fin en sí mismos donde
los especuladores viven de la deuda pública y privada.
El capitalismo financiero
es menos equitativo y distributivo que la economía productiva que generó el
crecimiento económico de 1950 a 1970. Los dividendos y las inversiones
financieras aumentan, pero los salarios y las inversiones a largo plazo en
equipos, fábricas y maquinaria descienden o se mantienen. El resultado es una
brecha salarial creciente entre los estratos de la sociedad, y un empleo cada
vez más precario, mostrando relaciones causales directas entre la
financiarización, el empleo y la distribución de los ingresos.
La producción depende
cada vez más de los ingresos financieros, ya sea como sustituto o como
suplemento a los beneficios generados por la producción; cuanto más
financiarizada está una industria, más negativo es el impacto en el crecimiento
del empleo y el salario. En un contexto caracterizado por una grave crisis
económica, esto tiene consecuencias graves para millones de trabajadores de toda
Europa que solo pueden recurrir al aumento de su deuda personal para capear los
costes cada vez mayores de la vida.
Citas tomadas de “The effects of financial capital accumulation on
employment and wealth distribution” (Los efectos de la acumulación de capital financiero en el empleo y la
distribución de la riqueza), Dra. M. Massó y Dr. M. Davis, Universidad de
Leeds, Proyecto FUSION, 2018.
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